
Comprar una vivienda no cuesta solo lo que marca el precio. A lo largo de una hipoteca, los intereses pueden suponer decenas de miles de euros adicionales. En este informe mostramos, con datos claros, cuánto dinero pagas realmente al banco según el importe, el plazo y el tipo de interés, para que entiendas el coste total de tu hipoteca más allá de la cuota mensual.


Los intereses representan el precio del dinero prestado. Por eso, en hipotecas largas, el importe total que sale de tu bolsillo puede acercarse —o incluso superar— el valor del propio inmueble.
En España, lo habitual es el sistema de amortización francés: la cuota es (aproximadamente) constante, pero al inicio pagas sobre todo intereses y reduces poco la deuda. Conforme pasan los años, la proporción se invierte y amortizas más capital.
El plazo es una de las palancas más infravaloradas: alargarlo baja la cuota, pero puede disparar el coste total. La tabla resume escenarios orientativos para tipo fijo.
| Importe | 20 años | 25 años | 30 años |
|---|---|---|---|
| 150.000 € | 52.000 € | 74.000 € | 101.000 € |
| 250.000 € | 87.000 € | 123.000 € | 168.000 € |
| 350.000 € | 122.000 € | 172.000 € | 235.000 € |
Cifras orientativas con escenarios tipo fijo representativos. No incluyen seguros, comisiones ni gastos accesorios.
El tipo fijo aporta estabilidad. El precio de esa tranquilidad es que pequeñas diferencias de tipo se convierten, con el tiempo, en miles (o decenas de miles) de euros.
| Tipo fijo | Intereses totales (250.000 € / 30 años) |
|---|---|
| 2,75% | 145.000 € |
| 3,25% | 168.000 € |
| 3,75% | 193.000 € |
Las hipotecas variables pueden ser competitivas cuando el Euríbor es bajo, pero su coste total depende de cómo evolucione el índice durante años. El riesgo no está en la cuota de hoy, sino en la trayectoria.
En hipotecas variables, una parte importante del “coste final” no se conoce el día de la firma.
La hipoteca mixta combina un tramo inicial fijo con un tramo posterior variable. Puede encajar si buscas estabilidad durante los primeros años y asumes incertidumbre después, pero es un error evaluar solo la cuota inicial.
Dos hipotecas pueden tener cuotas relativamente parecidas y, aun así, diferir muchísimo en el coste total. La cuota es una foto; el coste total es la película completa.
La combinación que más “penaliza” suele ser clara: importe alto + plazo largo. Esta comparativa ayuda a visualizar dónde se concentra el coste financiero.
Mejorar el tipo, incluso unas décimas, puede tener un impacto enorme en el coste total. Opciones como la subrogación de hipoteca permiten mejorar condiciones sin cambiar de vivienda.
Acortar plazo suele reducir drásticamente el total de intereses, aunque implica una cuota mensual más alta. El equilibrio depende de tu estabilidad de ingresos y tu margen de ahorro.
Amortizar en los primeros años suele ser más eficiente porque reduces antes la base sobre la que se calculan los intereses.
¿Quieres estimar cuánto puedes ahorrar en tu caso?
Este informe utiliza escenarios representativos del mercado hipotecario español y el sistema de amortización francés. Los importes de intereses mostrados son orientativos y no incluyen seguros vinculados, comisiones ni gastos accesorios.
Fuentes:
Si quieres que tus cifras reflejen tu caso real (importe, plazo, tipo y diferencial), usa el simulador y compáralo con una mejora de condiciones.
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