Una de las dudas más habituales al plantear un proyecto de autopromoción es qué parte del coste total está dispuesto a financiar el banco. A diferencia de la compra de una vivienda terminada, en la hipoteca autopromotor la financiación suele ser más limitada y depende de varios factores.
Conocer estos límites desde el principio permite ajustar el presupuesto y evitar desviaciones que puedan comprometer el proyecto.
De forma general, los bancos suelen financiar entre el 60 % y el 70 % del valor de la vivienda una vez terminada, según la tasación final del proyecto.
Este porcentaje se aplica sobre:
La financiación se calcula siempre sobre el valor menor entre el presupuesto y la tasación.
En una hipoteca autopromotor, hay partidas que normalmente deben cubrirse con ahorro propio:
Por este motivo, contar con un colchón de ahorro suficiente es fundamental.
El terreno juega un papel clave en este tipo de operaciones. Si el solicitante ya es propietario del solar, su valor puede computar como parte de la aportación propia.
Esto puede:
No obstante, el banco siempre valorará el terreno según tasación.
A diferencia de una hipoteca tradicional, el dinero no se entrega de una sola vez.
La financiación se libera por tramos, conforme avanza la obra y se certifican las fases de construcción. Cada desembolso está condicionado a la comprobación del avance real del proyecto.
Este sistema protege al banco y obliga a una planificación financiera cuidadosa por parte del autopromotor.
El porcentaje final que ofrece el banco puede variar en función de:
Un perfil sólido puede facilitar condiciones algo más flexibles.
En la práctica, financiar más del 70 % en una hipoteca autopromotor no es lo habitual. Solo en casos muy concretos y bien justificados puede estudiarse una financiación superior, normalmente apoyada en garantías adicionales o perfiles de alta solvencia.
Este tipo de operaciones requiere un análisis detallado y no siempre está disponible en todas las entidades.
Ajustar el proyecto al nivel de financiación disponible es clave para evitar problemas durante la obra. Un presupuesto demasiado ajustado o sin margen de seguridad puede generar tensiones de liquidez.
Antes de avanzar, conviene revisar con detalle las condiciones específicas de la
hipoteca autopromotor y asegurarse de que la estructura financiera es viable.
Entender estos límites es fundamental para planificar correctamente la construcción de una vivienda mediante autopromoción.

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