Para aceptar una subrogación de hipoteca, el nuevo banco analiza si el perfil del cliente encaja con sus criterios de riesgo actuales. Aunque el préstamo ya exista, la entidad vuelve a estudiar la operación casi como si se tratara de una hipoteca nueva.
Los requisitos habituales suelen estar relacionados con:
Cumplir estos criterios es clave para poder cambiar la hipoteca de banco con éxito.
El banco revisa la situación económica del titular o titulares del préstamo. De forma general, se valora:
Aunque la hipoteca esté ya en vigor, el banco no está obligado a aceptar la subrogación si el perfil no encaja con su política interna.
Para estudiar la operación, las entidades suelen solicitar:
Esta documentación permite evaluar la capacidad de pago antes de autorizar la subrogación de hipoteca.
Además de los datos personales, el banco necesita información sobre el préstamo actual y el inmueble:
Estos documentos permiten verificar las condiciones actuales y el estado legal del inmueble.
En la mayoría de subrogaciones es necesaria una tasación actualizada. El banco utiliza esta valoración para:
Aunque supone un coste para el cliente, la tasación es clave para decidir si una subrogación de hipoteca es viable y rentable.
Antes de iniciar el proceso, conviene:
También es recomendable calcular el coste total de la hipoteca para evaluar si el ahorro justifica el cambio de banco.
No todas las subrogaciones salen adelante. El banco puede rechazar la operación si:
Analizar requisitos y documentación con antelación evita retrasos y aumenta las posibilidades de éxito en una subrogación de hipoteca.
Sí, pero el banco analizará ingresos medios, estabilidad y antigüedad con más detalle que en un perfil asalariado.
En la mayoría de casos sí, ya que el banco necesita una valoración actualizada del inmueble.
Sí. El banco no está obligado a aceptar la operación si el perfil o la vivienda no encajan con sus criterios actuales.

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