La novación de hipoteca consiste en modificar las condiciones del préstamo con el banco actual, sin cambiar de entidad. Es una renegociación del contrato existente y puede afectar a aspectos como:
La novación puede ser una vía rápida para mejorar condiciones, aunque depende totalmente de la voluntad del banco.
La [subrogación de hipoteca] implica trasladar el préstamo a otro banco que ofrece mejores condiciones. El nuevo banco asume la hipoteca existente y establece un nuevo contrato.
Esta opción suele utilizarse cuando el banco actual no mejora las condiciones o cuando el mercado ofrece alternativas claramente más competitivas.
Aunque ambas permiten modificar una hipoteca, existen diferencias importantes:
Entender estas diferencias ayuda a decidir con criterio antes de cambiar la hipoteca de banco.
En términos generales:
En ambos casos, es fundamental analizar el coste total y no solo el impacto en la cuota mensual.
La novación suele ser interesante cuando:
Puede ser una buena primera opción antes de valorar alternativas.
La subrogación de hipoteca suele ser más adecuada cuando:
En estos casos, comparar ofertas hipotecarias permite identificar oportunidades reales de ahorro.
Una estrategia habitual es:
Este enfoque permite decidir con datos y no solo con promesas comerciales.
Antes de decidir entre subrogación o novación:
Solo así podrás elegir la opción que mejor encaje con tu situación.
Sí. Puedes intentar una novación y, si no es suficiente, iniciar una subrogación con otro banco.
Depende del caso. La novación puede ser más sencilla, pero la subrogación suele ofrecer mejoras más profundas.
Sí. El banco no está obligado a modificar las condiciones del préstamo.

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